Desc: Baiae, la Atlántida de Roma: Dirigida por Marcello Adamo. Con Fiona Goldman. Con una superficie tres veces mayor que la de Pompeya, Baia, a unos 15 km de Nápoles y dentro de la zona volcánica de los Campos Flégreos, es el sitio arqueológico submarino más grande del mundo. En el año 100 a. C., Pompeya era una ciudad corriente de pequeños comerciantes agazapados en las laderas del Vesubio, mientras que Baia gana una reputación peculiar: poco a poco se convierte en la antigua Las Vegas o el Monte Carlo del Imperio Romano, un verdadero centro elegante para gens nobles y los poderosos. Situada en el centro del golfo de Pozzuoli, Baia está flanqueada por un lado por el puerto de Puteoli (antiguo Pozzuoli) y por el otro por el puerto de Capo Miseno. Ambos desembarcos gozan de un enorme prestigio: uno es el centro neurálgico del comercio romano capaz de atender un tráfico de más de 1.000 barcos al año, con la misión de abastecer a la capital de alimentos pero también de rarezas muy preciosas procedentes del exótico oriente; a la cabeza de Miseno, en cambio, destina la flota imperial a defender los intereses de todo el golfo. Aparecen suntuosos edificios, balnearios monumentales y burdeles frecuentados por los ricos "veraneantes". Poseer una villa aquí significa prestigio, un deber mundano. Baia es el centro vacacional más exclusivo y famoso del mundo antiguo, el punto de apoyo de la "dolce vita" de aquella época. No es casualidad que emperadores como César, Nerón, Marco Aurelio y Adriano también decidan fijar allí sus mansiones imperiales para refugiarse de la vida austera y frenética de la capital. No es de extrañar entonces que precisamente en Pozzuoli naciera un anfiteatro mucho antes que el Coliseo más conocido de Roma..